La crónica de Carlos Reinlein.
Este sábado se celebró la IV Travesía Solidaria a favor de la lucha contra la ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica), donde participaron más de 200 atletas que se sumaron a dicha causa.
Dentro de los 200 atletas, en representación del Trisada, estaba un pequeño grupo de valientes que no se amilanaron para meterse en las frías aguas del atlántico. Es más, hubo tres triatletas que sin neopreno se enfrentaron, en la distancia de 400 metros, a los 13 grados que nos daba el termómetro a las 11 de la mañana. (Marisa Rúa, Alex González y Victor Roade).
Estos fueron los tres valientes que "probaron" el agua, recorriendo los 400 metros en un tiempo, que en esta ocasión, no tiene valor, ya que el motivo era solidario.
Inmediatamente después, sin dejar calentar el agua, se dio salida a la prueba de la distancia de 1000 metros, donde el trisada estaba representado por: Juan Méndez, Jorge García, Jorge García Junior, Montse Paradela y Carlos Reinlein.
Deciros que al ser la primera prueba de la temporada, se me hizo duro, ya no por estar "fresquita" el agua, es lo de menos (cara dura, manos que parecen garfios y pies que por mucho que les des, parecen tablas de madera), si no por la falta de orientación y que parece que no se termina nunca. Eres incapaz de sacar la cabeza del agua, ya que se te queda en un plano continuo del tronco y solo la sacas para poder respirar y seguir y seguir, pensando en cuando llegará la ultima boya.
Pero como todo tiene un final feliz, y a este tipo de travesias se va a disfrutar, llegas al final, esta el embarcadero, te sientes como una foca marina al salir del algua, ya que no das dobladas las piernas para subirte y te ayudas de tus otras extremidades, digase "la barriga", y con un par de impulsos, te encuentras tirado en el embarcadero y con dos socorristas preguntandote si te encuetras bien. Y claro, tu piensas, "como me voy a encontrar bien despues de haberme metido en el atlantico a 13 grados, nadado (si se puede decir nado a levantar y dejar caer los brazos con la esperanza de que te muevas hacia delante) 1000 metros" es imposible estar bien, estaría mejor en cualquier otra posicion en una sofa, calentito y con un buen desayuno (y que nadie se lo tome a mal).
Bueno, despues un buen chocolate caliente y una empanada, y ya estamos listos para otra.
Empieza la temporada y empieza el año, espero que sea buen presagio de objetivos a cumplir.
Hasta la vista y la siguiente prueba.
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